Parece normal pero no lo es

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Durante más de tres meses hemos mantenido una intensa movilización junto a la Intergremial Universitaria, lo que ha permitido visualizar socialmente la importancia de la causa universitaria, convocar amplios apoyos a nuestra plataforma programática y debilitar la posición intransigente del gobierno, que un año sí y otro también, ha enviado al Parlamento proyectos de presupuesto cero para la Udelar.

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No obstante, el proyecto presupuestal votado en el Parlamento sólo asigna un 6% de lo solicitado por la Udelar. Con ello, consolida una política de desfinanciamiento de la educación universitaria iniciada en 2020, que ha generado importantes problemas ya palpables en el presente. La rendición de cuentas aprobada en el Senado, no sólo no corrigió estos problemas acumulados, sino que los profundiza al extender el desfinanciamiento por dos años más.

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Mientras el gobierno desfinancia a la Universidad, la matrícula estudiantil ha crecido y se proyecta que seguirá creciendo, al tiempo que las problemáticas sanitarias, ambientales, productivas y sociales han generado nuevas demandas para la investigación y la extensión. En atención a todo esto, se ha sobrecargado el trabajo docente y de funcionarios/as administrativos, técnicos y de servicios.

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Mientras el trabajo universitario se sobrecarga, el salario se ha congelado por debajo de la inflación, al tiempo que se vio afectada la posibilidad de garantizar la carrera docente al no contar con recursos para implementar el nuevo Estatuto de Personal Docente.

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Mientras el presupuesto universitario, uno de los más bajos de la región, se ve recortado, el presupuesto militar, uno de los más altos de la región en relación a la cantidad de habitantes del Uruguay, ha crecido aún más. Esta comparación nos devuelve una imagen dolorosa del tipo de sociedad que estamos construyendo, y la fragilidad de nuestro futuro.

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La política presupuestal del gobierno hacia la Universidad tendrá consecuencias negativas en la relación entre cantidad de docentes y estudiantes, las condiciones de atención a los/as estudiantes en todo el país, el desarrollo de nuevas carreras y el mantenimiento de carreras existentes, el desarrollo edilicio acorde al crecimiento de la matrícula, las becas estudiantiles, las políticas de retención y retorno de jóvenes formados/as a nuestro país, el financiamiento de los proyectos de investigación y extensión, la asistencia a la salud de la población, el desarrollo de las carreras docentes y funcionarial, entre otros efectos. En suma, la política de desfinanciamiento del gobierno está produciendo una crisis en la educación. Para evitar esta crisis, y fortalecer los caminos de desarrollo cultural, científico y educativo de nuestra sociedad, contamos con ideas, propuestas y estrategias que el gobierno primero, y los parlamentarios después, han tenido en sus mesas de trabajo, y que sin embargo han desestimado.

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Saludamos a los centros de Adur, a la Intergremial y en particular a la FEUU y sus centros de estudiantes, por su movilización y compromiso a lo largo de estos meses. Agradecemos a la sociedad el amplio respaldo dado a la causa de la Universidad. Nos comprometernos a seguir luchando en defensa del derecho a la educación de nuestros/as jóvenes, nuestra Universidad pública y el futuro del país.